I SEMANA - CUARTO DÍA - Consagración de bienes exteriores


I SEMANA – CUARTO DÍA 

Consagración de bienes exteriores para quitar el pensamiento del mundo de nuestras cabezas.

 

1.- Por la mañana, al levantarse:

Rezar:
o        Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

o        Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. (Lucas 1, 46-55)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen.

o        Consagración del día a María para que actúe en nosotros y nos proteja de todo peligro.
Oh, Señora mía, oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Ti, y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra: todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

o        Invocación del Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo,
y envía del Cielo
un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.
Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado,
riega lo que está árido,
sana lo que está herido.
Dobla lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está extraviado.
Concede a tus fieles,
que en Ti confían
tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna. Amén.

o        Oración
Mi dulce Virgen María, Madre de la misericordia, tu que perdonas sin cesar a los hombres, sus ofendas y su rechazo a Dios de amor, reza porque nuestro corazón no brote ninguna lagrima de amargura o de resentimiento.

Te consagro todas las relaciones humanas a fin que lleguen al lugar donde se manifiesta la dulzura de Cristo. Yo te consagro mis relaciones afectivas de manera que busque siempre a dar más que a recibir, que yo persiga el interés del otro y de Dios más que el mío. Yo te consagro toda relación familiar de manera que busquemos la manera de incrementar el amor que encamine la unión y la ternura ahí donde haya dureza y discordia.



Proponer y pedir al Espíritu Santo, que nos dé su gracia para poder vivir:

o        El Propósito del día:
Morir a nosotros mismos, particularmente a lo que nos separa de los demás.
o        La imitación de María:
Ser para todos… estar al pendiente de todos.
o        Y la práctica Penitencial:
Buscar a las personas con las que menos tengo relación.



2.- En el momento más oportuno:

o        Lectura de la Sagrada Escritura
“Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis.” Jn 13,12-17

“En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabeth… Y María se quedó con Elisabeth como tres meses, y después regresó a su casa.” Lc 1,39.56.

o        Lectura sobre el Misterio de María – VERDADERA DEVOCIÓN A MARÍA
[Los números en corchete son los números del “tratado de la verdadera devoción”]

María en el misterio de la Iglesia

c.   Señal de fe auténtica

Dios Padre quiere formarse hijos por medio de María hasta la consumación del mundo y le dice: Pon tu tienda en Jacob, es decir, fija tu morada y residencia en mis hijos y predestinados, simbolizados por Jacob, y no en los hijos del demonio, los réprobos, simbolizados por Esaú. [29]

Así como en la generación natural y corporal concurren el padre y la madre, también en la generación sobrenatural y espiritual hay un Padre, que es Dios, y una Madre, que es María. Todos los verdaderos hijos de Dios y predestinados tienen a Dios por Padre y a María por Madre. Y quien no tenga a María por Madre, tampoco tiene a Dios por Padre. Por esto los réprobos como los herejes, cismáticos, etc., que odian o miran con desprecio o indiferencia a la Santísima Virgen no tienen a Dios por Padre aunque se jacten de ello porque no tienen a María por Madre. Que si la tuviesen por tal, la amarían y honrarían, como el buen hijo ama y honra naturalmente a la madre que le dio la vida.

La señal más infalible y segura para distinguir a un hereje, a un hombre de perversa doctrina, a un réprobo de un predestinado, es que el hereje y el réprobo no tienen sino desprecio o indiferencia para con la Santísima Virgen, cuyo culto y amor procuran disminuir con sus palabras y ejemplos, abierta u ocultamente y, a veces, con pretextos aparentemente válidos. ¡Ay! Dios Padre no ha dicho a María que establezca en ellos su morada porque son los Esaús. [30]

o        Rezo del Santo Rosario

o        Participación en la Santa Eucaristía



3.- Por la noche:

o        Examen de conciencia

o        Rezar:

Acto de Contrición
Pésame Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Sobre todo porque al pecar te ofendí a ti, que tanto me amas. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no volver a pecar y apartarme de las ocasiones próximas de pecado. Amén.

La Salve
Dios te salve, Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.


“Nunc dimitis”
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador a quien has presentado ante todos los pueblos. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Cinco Ave María

Ave María
Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita Tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


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Evangelización Activa, es un equipo de laicos comprometidos dirigido por el Pbro. Ernesto María Caro, que desde 1997 lleva la Palabra de Dios a todos los rincones del mundo mediante el uso de los medios electrónicos.

Nota Importante:
Este documento tiene como finalidad animarte a ti, amable lector, a Consagrarte a Jesucristo, por medio de María. Adquiere el libro “A Jesús por María”, Un camino para la perfecta consagración, del Padre Ernesto María Caro Osorio, en www.integractiva.com.mx  e invita a más personas a vivir esta maravillosa experiencia de Encuentro con Jesús, conducido de la mano de María.

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