I SEMANA - SEGUNDO DÍA - Consagración de bienes exteriores
I SEMANA – SEGUNDO DÍA
1.- Por
la mañana, al levantarse:
Rezar:
o
Credo
Creo en un solo
Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la
tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo
Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido
del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó
del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue
crucificado
en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha
del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a
vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador
de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el
Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por
los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del
mundo futuro.
Amén.
o
Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en
Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos
los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según
lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre. (Lucas 1, 46-55)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en
principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen.
o
Consagración
del día a María para que actúe en nosotros y nos proteja de todo peligro.
Oh, Señora mía, oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Ti, y
en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi
lengua, mi corazón; en una palabra: todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh,
Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.
o
Invocación del
Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo,
y envía del Cielo
un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.
Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus
fieles.
Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado,
riega lo que está árido,
sana lo que está herido.
Dobla lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está
extraviado.
Concede a tus fieles,
que en Ti confían
tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la
virtud,
dales el puerto de la
salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén.
o
Oración
Virgen María, en quien Jesús ha tomado
cuerpo y carne, yo te consagro todos mis sentidos de manera que desvíes los
gozos terrenales y me lleves a disfrutar el sabor verdadero de las cosas bellas
y buenas que el Creador nos ha dado, a conocer la gloria que de reinar en la
Creación según la Sabiduría de Dios. Pues como el Hijo del Hombre ha venido,
comido y bebido, yo deseo que todas mis facultades participen de la más grande
caridad.
María yo te consagro mis sentidos,
purifícalos de manera que se vuelvan capaces de alegrarse de la Vida y poco a
poco percibir la realidad de los bienes por venir. Amén.
Proponer y pedir al Espíritu Santo, que nos dé su gracia para
poder vivir:
o
El Propósito del día:
Morir a nuestros sentidos, particularmente a la vista.
o
La imitación de María:
Tener sólo ojos para Dios y su misterio.
o
Y la práctica Penitencial:
Renunciar voluntariamente a ver la televisión, al menos por unos
días. Que no sean nuestros sentidos los que nos gobiernan.
2.-
En el momento más oportuno:
Lectura de la Sagrada Escritura:
“Cosas que ojo no vio, ni
oído oyó, ni puede el corazón del hombre comprender las cosas que Dios ha
preparado para los que le aman” 1 Cor 2,9
“Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi
Salvador”
Lc 1,46-47.
o
Lectura sobre el Misterio de María –
VERDADERA DEVOCION A MARÍA
[Los números en corchete son los números del “tratado de la
verdadera devoción”]
María en el misterio de la Iglesia
El proceder que las tres divinas personas de la Santísima.
Santísima Trinidad han adoptado en la Encarnación y primera venida de
Jesucristo, lo prosiguen todos los días de manera invisible en la santa iglesia
y lo mantendrán hasta el fin de los siglos en la segunda venida de Jesucristo.
[22]
A. Misión de María en el
pueblo de Dios.
a. Colaboradora de Dios.
Dios Padre creó un depósito de todas las aguas y lo llamó mar.
Creó un depósito de todas las gracias y lo llamó María. El Dios
omnipotente posee un tesoro o almacén riquísimo en el que ha encerrado lo más
hermoso, refulgente, raro y precioso que tiene, incluido su propio Hijo. Este
inmenso tesoro es María, a quien los santos llaman el tesoro del Señor, de cuya
plenitud se enriquecen los hombres. [23]
Dios Hijo comunicó a su Madre cuanto adquirió mediante su vida y
muerte, sus méritos infinitos y virtudes admirables, y la constituyó tesorera
de todo cuanto el Padre le dio en herencia. Por medio de Ella aplica sus
méritos a sus miembros, les comunica virtudes y les distribuye sus gracias. María
constituye su canal misterioso, su acueducto, por el cual hace pasar suave y
abundantemente sus misericordias. [24]
Si yo hablara a ciertos sabios actuales, probaría cuanto afirmo
sin más, con textos de la Sagrada Escritura y de los Santos Padres, citando al
efecto sus pasajes latinos, y con otras sólidas razones… Pero estoy hablando de
modo especial a los humildes y sencillos. Que son personas de buena voluntad,
tienen una fe más robusta que la generalidad de los sabios y creen con mayor
sencillez y mérito. Por ello me contento con declararles sencillamente la
verdad, sin detenerme a citarle los pasajes latinos, que no entiende. Aunque no
renuncio a citar algunos, pero sin esforzarme por buscarlos. Prosigamos. [26]
o
Rezo del Santo
Rosario
o
Participación
en la Santa Eucaristía
3.-
Por la noche:
o
Examen de
conciencia
o
Rezar:
Acto de Contrición
Pésame Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte
ofendido. Sobre todo porque al pecar te ofendí a ti, que tanto me amas.
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no volver a pecar y apartarme
de las ocasiones próximas de pecado. Amén.
La Salve
Dios te salve, Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a
ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora,
abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente!
¡Oh piadosa! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
“Nunc dimitis”
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en
paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador a quien has presentado ante todos
los pueblos. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Cinco Ave María
Ave María
Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo.
Bendita Tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.
Visita
Evangelización Activa
Evangelización Activa, es un
equipo de laicos comprometidos dirigido por el Pbro. Ernesto María Caro, que
desde 1997 lleva la Palabra de Dios a todos los rincones del mundo mediante el
uso de los medios electrónicos.
Nota Importante:
Este documento tiene como
finalidad animarte a ti, amable lector, a Consagrarte a Jesucristo, por medio
de María. Adquiere el libro “A Jesús por María”, Un camino para la perfecta
consagración, del Padre Ernesto María Caro Osorio, en www.integractiva.com.mx e
invita a más personas a vivir esta maravillosa experiencia de Encuentro con
Jesús, conducido de la mano de María.