IV SEMANA - QUINTO DÍA - Preparación para alcanzar el amor sublime de Dios
IV SEMANA – QUINTO
DÍA
Preparación para alcanzar el amor sublime de Dios por medio de
María Santísima.
1.- Por
la mañana, al levantarse:
Rezar:
o
Credo
Creo en un solo
Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la
tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo
Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido
del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó
del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue
crucificado
en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha
del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a
vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador
de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el
Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por
los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del
mundo futuro.
Amén.
o
Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en
Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos
los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según
lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre. (Lucas 1, 46-55)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en
principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen.
o
Consagración
del día a María para que actúe en nosotros y nos proteja de todo peligro.
Oh, Señora mía, oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Ti, y
en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi
lengua, mi corazón; en una palabra: todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh,
Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.
o
Invocación del
Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo,
y envía del Cielo
un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.
Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus
fieles.
Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado,
riega lo que está árido,
sana lo que está herido.
Dobla lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está
extraviado.
Concede a tus fieles,
que en Ti confían
tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la
virtud,
dales el puerto de la
salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén.
o
Oración
Oh, María yo me consagro a ti, me
entrego al Amor, a su cuidado en la brisa del Espíritu, también a su fuego
consumidor; me entrego a todos los misterios de la redención del mundo, a la
cruz de amor del Hijo, al consumante amor del Espíritu; me entrego a los
dolores de tu Corazón y a sus alegrías, me entrego con toda mi alma. Oh, María
yo te hago el don de mi corazón para que tú lo unas a los corazones que son
tuyos. Dispón mi corazón, ¡oh mi Reina! Que en nada te rechace, que nada
rechace al amor que lo cree todo, que lo espera todo, que lo soporta todo; Al
amor que no pasa nunca. Amén.
Proponer y pedir al Espíritu Santo, que nos dé su gracia para
poder vivir:
o
El Propósito del día:
Tener los mismos sentimientos de amor al Padre que tenía Cristo.
o
La imitación de María:
Tener a Dios como lo más importante de tu vida…. Como lo UNICO
importante de tu vida.
o
Y la práctica Penitencial:
Repetir continuamente: Dios mío, mi Dios y mi TODO. ¡Cuánto te
amo!
2.-
En el momento más oportuno:
o
Lectura de la Sagrada Escritura
“Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, él los guiará a
toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo
lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. El me glorificará, porque
tomará de lo mío y se los hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por
eso dije que Él toma de lo mío y se los hará saber.” Jn 16,13-15.
“Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del
niño Jesús le trajeron para cumplir por Él, el rito de la ley, él tomó al niño
en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo: ‘Ahora, Señor, permite que tu siervo se
vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación la
cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para alumbrar a las
naciones y gloria de tu pueblo Israel’.” Lc 2,27-32.
o
Lectura sobre el Misterio de María – VERDADERA DEVOCIÓN A MARÍA
[Los números en corchete son los números del “tratado de la
verdadera devoción”]
El culto a María en la Iglesia
Hay en este mundo dos modos de pertenecer a otro y depender de su
autoridad: el simple servicio y la esclavitud. De donde proceden los apelativos
de criado y esclavo.
Por el servicio común, entre los cristianos, uno se compromete a
servir a otro durante cierto tiempo y por determinado salario o retribución.
Por la esclavitud, en cambio, uno depende de otro enteramente, por
toda la vida y debe servir al amo sin pretender salario ni recompensa alguna,
como si él fuera uno de sus animales sobre los que tiene derecho de vida y
muerte. [69]
Hay tres clases de esclavitud: natural, forzada y voluntaria.
Todas las creaturas son esclavas de Dios del primer modo:
"Del Señor es la tierra y cuanto la llena".
Del segundo, lo son los demonios y condenados.
Del tercero, los justos y los santos.
La esclavitud voluntaria es la más perfecta y la más gloriosa para
Dios, que escruta el corazón, nos lo pide para sí y se llama Dios del corazón o
de la voluntad amorosa. Efectivamente, por esta esclavitud, optas por Dios y su
servicio por encima de todo lo demás, aunque no estuvieras obligado a ello por
naturaleza. [70]
o
Rezo del Santo
Rosario
o
Participación
en la Santa Eucaristía
3.-
Por la noche:
o
Examen de
conciencia
o
Rezar:
Acto de Contrición
Pésame Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte
ofendido. Sobre todo porque al pecar te ofendí a ti, que tanto me amas.
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no volver a pecar y apartarme
de las ocasiones próximas de pecado. Amén.
La Salve
Dios te salve, Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a
ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora,
abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente!
¡Oh piadosa! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
“Nunc dimitis”
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en
paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador a quien has presentado ante todos
los pueblos. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Cinco Ave María
Ave María
Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo.
Bendita Tú eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.
Visita
Evangelización Activa
Evangelización Activa, es un
equipo de laicos comprometidos dirigido por el Pbro. Ernesto María Caro, que
desde 1997 lleva la Palabra de Dios a todos los rincones del mundo mediante el
uso de los medios electrónicos.
Nota Importante:
Este documento tiene como
finalidad animarte a ti, amable lector, a Consagrarte a Jesucristo, por medio
de María. Adquiere el libro “A Jesús por María”, Un camino para la perfecta
consagración, del Padre Ernesto María Caro Osorio, en www.integractiva.com.mx e
invita a más personas a vivir esta maravillosa experiencia de Encuentro con
Jesús, conducido de la mano de María.